Por la eliminación de los alteradores hormonales en los dispositivos médicos
Diferentes organizaciones , como Ecologistas en Acción, Greenpeace, UGT, CCOO, Vivo Sano y Fodesam , han solicitado estos días por carta a los eurodiputados españoles que apoyen la eliminación de sustancias capaces de alterar el sistema hormonal, conocidos como disruptores endocrinos (EDC en sus siglas en inglés) de los dispositivos médicos, siempre que existan alternativas.
Esta misma semana está prevista la votación en la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo sobre el informe sobre dispositivos médicos que regula la presencia de estos tóxicos. El informe incluye propuestas para mitigar los efectos adversos sobre pacientes y profesionales sanitarios de las sustancias.
Numerosos dispositivos de uso médico, como tubos, bolsas de sangre, incubadoras, guantes deshechables, etc. contienen sustancias que son disruptoras endocrinas y que se liberan durante su uso, exponiendo a pacientes y profesionales sanitarios a estas sustancias tóxicas, a veces a niveles muy superiores a los que se producen por otras vías de exposición
Entre las sustancias que preocupan se cuentan los ftalatos (algunos de los cuales pueden producir daños a la reproducción y al desarrollo) en tubos, catéteres o en bolsas de sangre, o la presencia de bisfenol A en incubadoras. Al afectar al desarrollo, los niños, las mujeres embarazadas y lactantes son especialmente sensibles a la exposición a disruptores endocrinos.
Los niños prematuros pueden estar especialmente expuestos, ya que estas sustancias se liberan de los tubos utilizados para alimentarlos, aportarles oxígeno, transfundir sangre, etc. Así, un niño puede estar expuesto durante la oxigenación hasta a 50 veces y durante una transfusión a más de 3 veces la dosis de DEHP recomendable para evitar daños al sistema reproductivo.
Existen alternativas en el mercado para estos usos, por lo que organizaciones sanitarias, ecologistas, sociales y sindicales de toda Europa solicitan la eliminación de sustancias cancerígenas, mutágenas, tóxicas para la reproducción y disruptores endocrinos en los dispositivos médicos.