Nótese la presencia de cosas que, como el Bisfenol A o los ftalatos, casi todos tenemos ya en nuestros cuerpos, de los parabenos, presentes en tantas cosas cotidianas, de los pesticidas, de los retardantes de llama que hay en nuestros hogares,...
Por hablar solo de la contaminación atmosférica de las urbes , y basándonos en los datos que suministra la Organización Mundial de la Salud, en el mundo al menos 1.400 millones de personas respiran un aire que supera los límites que se consideran seguros (100 millones de personas en el primer mundo respiran un aire contaminado e insalubre, según el mismo organismo, que probablemente se basa en unos parámetros, los de ciertos niveles “permitidos” muy cuestionados científicamente, por lo que la cifra real debe ser muy superior).