Un Comité europeo acuerda eliminar los disruptores endocrinos en materiales medicos
Una buena noticia: el Comité de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo estuvo de acuerdo en eliminar parcialmente sustancias cancerígenas y disruptores endocrinos de los dispositivos médicos. Es un paso en el buen camino, que se ha demorado mucho, fundamentalmente por la presión de la industria química. Ahora queda que el asunto pase por el plenario del Parlamento Europeo y sea ratificada por el Consejo Europeo.
Como recordarán, una serie de organizaciones que trabajamos para velar por la salud y el medio ambiente frente a los contaminantes químicos enviamos recientemente una serie de cartas a los europarlamentarios pidiéndoles que apoyasen la eliminación de tales compuestos químicos en ésos artículos.
Es toda una paradoja que precisamente en el ámbito sanitario pueda uno verse expuesto a niveles más altos de una serie de compuestos preocupantes para la salud que en otros entornos y , mucho más, que ésos altos niveles de exposición se den con frecuencia en personas más vulnerables.
Lo votado por el citado Comité establece que a partir del año 2020, una serie de artículos plásticos destinados a la atención sanitaria de niños recién nacidos, mujeres embarazadas y lactantes no deberán contener una serie de sustancias . Además, se deberá prescindir del uso en los demás dispositivos médicos de todas las sustancias clasificadas como cancerígenas, mutágenas o tóxicas para la reproducción (CMR) y que alteren el sistema hormonal, conocidos como disruptores endocrinos (EDC), si hay sustancias alternativas que puedan sustituirlas.
Entre las sustancias que preocupan y que son objeto de las medidas anunciadas se encuentran los ftalatos, conjunto de compuestos químicos asociados por infinidad de estudios científicos a las más diversas posibles alteraciones orgánicas (como , por ejemplo, las ligadas a la alteración del equilibrio hormonal y a daños en el aparato reproductor). Estas sustancias, deficientemente unidas químicamente a los plásticos a los que se añaden con el fin de darles plasticidad, acaban liberándose de ellos y contaminando, por ejemplo, el aire o fluidos contenidos en tales plásticos.
Lo establecido por la votación del Comité del Parlamento Europeo, dicta que a partir del 2020 tales sustancias no formen ya parte de la composición de elementos tales como incubadoras de neonatologia, bolsas para transfusiones de sangre, tubos, aparatos de diálisis, etc . Diferentes investigaciones han consignado elevados niveles de sustancias como los ftalatos en personas expuestas a elementos como los citados.
Es una decisión que va en concordancia con el reciente informe de la Organización Mundial de la Salud, que insistía en la necesidad de reducir la exposición humana a las sustancias que pueden actuar como disruptores endocrinos y de los esfuerzos de la comunidad científica en el mismo sentido para lograr que el Parlamento Europeo ponga en marcha una legislación adecuada para minimizar el riesgo de estos contaminantes. Esfuerzos sistemáticamente torpedeados por los defensores de unos intereses económicos muy particulares de algunas industrias químicas.