Este estudio concluye que los adolescentes varones con unos niveles más altos de ciertos ftalatos tenían más riesgo de padecer ginecomastia, un desarrollo excesivo de las mamas en el sexo masculino.
El estudio recoge una caída notable de testosterona en la población masculina a lo largo de 20 años ( un 17% entre 1987 y 2006). En torno a un 1, 2% anual.