El siguiente informe es muy interesante, porque desde determinadas instancias oficiales y empresariales, no para de decirse que al comer un animal que ha sido alimentado con transgénicos, no se está ingiriendo nada manipulado genéticamente. ¿Es realmente así?.
Fué realizado por un eminente profesor de la Universidad de Canterbury (Nueva Zelanda) y podemos acceder a él aquí: