COMENTARIO CON MOTIVO DE LOS TEMPORALES DE 2009
De nuevo los medios de comunicación se hacen eco de los temporales en la costa mediterránea. Paseos marítimos inundados, playas desaparecidas,… Hay que ver el gusto que se tiene a cubrir las informaciones en clave de “suceso”, de algo impactante,… Y entrevistas a las personas afectadas que claman para que se haga algo que les proteja.
Pero nunca -y queremos decir nunca- se habla en serio de nada. Nunca se habla del fondo de la cuestión. Nunca se habla de las causas.
Es probable que a muchos les baste abordar de este modo la cuestión. Y que la mayoría de la gente se quede contenta, los periodistas, los espectadores, los lectores de los diarios,…
Pero nosotros ,perdónennos ustedes, lo juzgamos intolerable. Es cómo si en un pueblo hubiese un francotirador que un día sí y otro también estuviese descerrajando tiros a diestro y siniestro, y nadie hablase de abatirle o detenerle. Cómo si se le dejase ahí, tranquilamente, cumpliendo su labor, sin que ni siquiera se hablase de él. Van los periodistas al pueblo, entrevistan a los vecinos y éstos les dicen que se haga “algo”, que se habiliten escudos y blindajes para cada persona. Pero nada de hablar del francotirador. ¿Sería absurdo, no?. Pues igual de absurdo es el festival que se ve cada vez que hay un desastre “natural” en España (lo de “natural” va entre comillas, porque demasiadas veces es la acción humana la que hace que se dé tal desastre)
Señores nuestros, si cada año los temporales se comen las playas en la costa mediterránea española es por que se está dando un proceso que se conoce como regresión o erosión costera, del que se han ocupado múltiples congresos de especialistas pero a los que los periodistas no suelen acudir.
Esa regresión costera, esa desaparición de las playas, tiene que ver con la construcción de embalses en los ríos que desembocan en el Mediterráneo. Los ríos no sólo llevan agua, sino que arrastran ingentes cantidades de sedimentos. Para que lo vean claro fíjense en un mapa en el que puedan ver el Delta del Ebro. Toda esa tremenda lengua de arena , con sus 90 kilómetros de playas, ¿como se formó?. Pues con la arena que arrastró el Ebro a la desembocadura.
Antes había también temporales pero como el río aportaba enormes cantidades de arena, existía cierto equilibrio. Pero ahora ya no llega tanta arena a la desembocadura. ¿Por qué?. Porque se queda en el fondo de los embalses que jalonan el curso del río. Resultado: el delta del Ebro ve como sus sedimentos van compactándose y hundiéndose (subsidencia) y como en algunas zonas la línea de costa retrocede.
Pero lo que sucede es que la arena del Ebro no va sólo al Delta. Corrientes marinas van transportando esa arena ,por ejemplo, hacia las playas de Castellón y la depositan allí. Al mismo tiempo se añaden los aportes de arena de otros ríos, como el Mijares , o, ya en Valencia, el Turia, pero estos ríos apenas aportan ya nada de arena. El Turia, por ejempo, ya practicamente no desemboca en el mar. Su agua y sus sedimentos van a repartirse por embalses y acequias.
Resultado de todo lo anterior: las playas de todo el Ovalo Valenciano (hasta el cabo de San Antonio por el sur, están en regresión)
¿Que hace la Administración?. Gastarse un dineral en regenerar artificialmente las playas. ¿De dónde suele cogerse la arena?. Muchas veces de bancos de arena frente a las propias playas. Bancos de arena que suelen atenuar la fuerza de los temporales y que, al verse reducidos y esquilmados, y no renovados al haber un menor flujo de arena costera, pueden realizar mucho menos su labor protectora de la costa. El juego, en un círculo vicioso patético, se repite cada año, en una loca huida hacia delante.
A todo ello podemos unir los dislates urbanísticos que han llevado a construir en primera línea de costa y, por supuesto, la masiva construcción o ampliación de espigones y puertos que cortan el ya de por sí escaso flujo de arena (podríamos añadir cierta moderada subida del nivel del mar que és probable que acentúe el proceso en un futuro). Les recomenmos que vean puertos como el de Valencia. Verán como la playas al norte de éste tienen más arena (por que la retienen) y las que hay al sur la están perdiendo a pasos agigantados (como la del Saler que retrocede varios metros cada año)
Pero nada. No se preocupen. No hablemos de la causa ni actuemos sobre ella. Aunque las playas sean uno de los principales recursos de este país.