No siempre se puede elegir el lugar en el que vivir, atendiendo a factores como, por ejemplo, la pureza del aire. Aunque uno sí puede influir en ello mediante el empleo de medios de transporte menos contaminantes, por ejemplo. Hacerlo es también una forma de auto-protección ya que al fin y al cabo la polución que generemos también puede terminar por afectarnos a nosotros mismos. También podemos apoyar cualquier tipo de medida o de movilización que redunde en que se reduzca la polución urbana o industrial en nuestro entorno.