Centinelas
Algunos de los mayores aldabonazos que contribuyeron al despertar de la conciencia ecológica en Occidente tuvieron que ver con los efectos de la contaminacion química sobre la biodiversidad y la salud humana
Que lo que sucede a la biodiversidad afecta al ser humano es algo tan evidente que no precisa demasiada argumentación. Sabemos que la pérdida de especies de plantas puede hacer que nos quedemos sin posibles futuros fármacos contra el cáncer o que si desaparecen las abejas nuestra disponibilidad de alimentos puede verse mermada ya que muchos cultivos dependen de su labor de polinización. Son solo dos ejemplos de muchos que podrían darse. Pero, sin duda alguna, es en los aspectos que tienen que ver con la contaminación química y sus efectos, donde más nítidamente se ve que lo que sucede a las especies puede acabar afectándonos.
Sintomáticamente algunos de los mayores aldabonazos que contribuyeron al despertar de la conciencia ecológica en Occidente tuvieron que ver con los efectos de la contaminacion química sobre la biodiversidad y la salud humana. Ejemplo notable fué el famoso libro de Rachel Carson Primavera silenciosa o el libro Nuestro futuro robado, de Colborn, Myers y Dumanoski, que contribuyeron a abrir los ojos del mundo acerca de los riesgos de los pesticidas y los contaminantes hormonales, respectivamente.
El seguimiento de los efectos de la contaminación química sobre la vida salvaje es algo doblemente importante. El primer lugar porque es uno de los principales factores de erosión de la diversidad biológica. Y en segundo término, porque los efectos que se observan en las especies salvajes advierten acerca de riesgos para la propia salud humana.
Las especies salvajes son, así, centinelas de la salud humana. Son como los canarios de la mina, que advertían a los mineros de las fugas de gas. Al fin y al cabo, los hombres y el resto de los seres vivientes no somos sino partes de un único tejido: la Biosfera.
Por tanto, cuando vemos que las poblaciones animales se ven afectadas por problemas derivados, directa o indirectamente, de la contaminación química, ello debe hacernos estar muy alertas.