Productos limpios para la limpieza
EL PROBLEMA Y LA SOLUCIÓN
"Con frecuencia se abusa de productos muy agresivos, confundiendo el olor a "limpio" con el olor fuerte a químico"
EL PROBLEMA:
Uno de los capítulos más importantes a la hora de hablar de sustancias tóxicas, especialmente en el hogar, pero también para el medio ambiente, es el que tiene que ver con los productos de la limpieza.
Los hogares modernos , muchas veces de forma inconsciente, se llenan con una amplia gana de productos diferentes, cada uno de ellos a menudo con muy complejas composiciones de las que ni siquiera advierten las etiquetas.
Limpiasuelos, limpia-alfombras y moquetas, multi-usos, quitagrasas, desatacadores, limpia cristales, limpia inodoros, quitamanchas, lavavajillas,... hacen entrar en las casas y salir de ellas luego a través de las cañerías, todo un universo de química sintética.
Si en tiempos los productos de limpieza de las casas eran bastante naturales, hoy muchas veces contienen complejas formulaciones derivadas en buena medida de la industria petroquímica.
En nuestro apartado de Productos de limpieza dentro del capítulo de Situaciones de riesgo ya nos extendemos con algunos de los problemas posibles. Hablamos de cosas como de el que dentro del sector de los trabajadores de la limpieza se de , sintomáticamente, un alto índice de asma, bronquitis y otros problemas. Hablamos de la presencia detectada de diversas sustancias como éteres de glicol, alquilfenoles, ftalatos, cloruro de metileno, dietanolamina, almizcles sintéticos, tolueno, estireno, xileno,... Hablamos también de la presencia en ocasiones de sustancias corrosivas, neutotóxicas, alergénicas, irritantes respiratoriaas, sensibilizantes, cancerígenas,... O de cosas como de la generación de indeseables cantidades respirables de formaldehído. Son muchas las cosas que podrían decirse, muchos los datos.
¿QUE HACER? LA SOLUCIÓN
(Desde el uso más moderado de productos convencionales al vinagre, pasando por los productos ecológicos de limpieza)
¿Como evitar o minimizar los "efectos colaterales" de la "guerra química" en la que se ha convertido hoy, en alguna medida, la labor de limpieza de un hogar o una oficina?. ¿Que hacemos?. ¿Dejamos la casa sin limpiar?. Obviamente no.
Lo primero que cabe hacer, como se comenta en obras divulgativas como el libro "Anti-tóxico. Vive una vida más sana" (Espasa 2010) es plantearnos cuantas decisiones tomamos reflejamente, guiadas por cosas como la publicidad o simplemente por comodidad aparente, sin pensarlas, a la hora de adquirir ciertos productos.
¿Solo hay para limpiar lo que más comúnmente se publicita o lo primero que vemos en la estantería de una gran superficie?. La respuesta es, obviamente que no. Luego lo veremos.
Con frecuencia se abusa de productos muy agresivos, confundiendo el olor a "limpio" con el olor fuerte a químico. Y con ello, sin que muchas personas se den cuenta, queriendo limpiar realmente se está ensuciando la vivienda o el lugar de trabajo con una serie de sustancias perfectamente prescindibles y que pueden generar problemas de salud mayores o menores.
TRES OPCIONES
1) USO MÁS RACIONAL DE PRODUCTOS CONVENCIONALES
Una posibilidad, si por la razón que fuése no se quisiera optar por productos de limpieza alternativos, es la de usar los otros más racionalmente. Por supuesto, estar advertidos al menos de las indicaciones de sus etiquetas , por ejemplo cuando alertan de algún posible riesgo evidente. Aunque las etiquetas suelen ser bastante poco explícitas, en especial sobre riesgos aparentemente más sutiles. Por ejemplo, pueden indicar parcamente "fragancia" o "surfactante" sin decir nada más, aun cuando las sustancias concretas presentes parea cumplir ésas funciones pudiésen ser problemáticas.
Una opción es comprar solo los productos realmente precisos y usarlos en las cantidades realmente necesarias (que no tienen por qué ser las recomendadas por las marcas). Hay que plantearse si es realmente preciso usar la cantidad enorme de productos que se intentan presentar como necesarios para los diferentes usos (sin que ello implique que el empleo de un multiusos complejo, sino más bien ver para cuantos usos bastaría realmente, pongamos por caso, con un simple jabón).
Al margen de lo anterior, y siendo la liberación de compuestos volátiles desde algunos productos uno de los problemas sobre el que alertan algunos estudios científicos, conviene adoptar medidas como una correcta aireación de las dependencias donde se usen una serie de productos, así como tener en consideración la posible acumulación de una serie de sustancias en el polvo doméstico.
2) USO DE PRODUCTOS MÁS ECOLÓGICOS
Existen en el mercado una serie de productos que excluyen de su formulación una serie de sustancias que en algunos casos pueden generar problemas, tales como algunos conservantes , fragancias o colorantes petroquímicos. Hoy por hoy es más frecuente poder encontrarlos en establecimientos de productos naturales, tales como las eco-tiendas. Dentro de estos productos hay de todo , desde limpia-inodoros a fregaplatos, pasando por limpia-cristales, jabones normales, blanqueadores, limpia-suelos,...
Los productos de los que hablamos no son algunos que son etiquetados como "ecológicos" solo por cosas como que hayan reducido o eliminado los fosfatos, pongamos por caso, sino otros mucho más exigentes y que con frecuencia pueden ser usados por personas especialmente sensibles a los tóxicos como las que padecen Sensibilidad Química Múltiple.
Es bueno asesorarse bien sobre marcas consideradas ecológicas como Ecover, Sonett u otras.
3) ALTERNATIVAS NATURALES DE TODA LA VIDA
Vinagre, bicarbonato y sal
Al margen de las alternativas anteriores, existen otras cosas que se han usado de toda la vida aunque esta sociedad del marketing creador de falsas necesidades y la cultura de las prisas que marginan toda reflexión hayan llevado a su olvido. En realidad, la limpieza de una casa puede hacerse en buena medida con productos tales como el vinagre, el bicarbonato sódico o el bórax.
El ácido acético del vinagre es desinfectante, y puede terner algunas propiedades desincrustantes e incluso de eliminación de cal. En limpieza de suelos, cerámica o cristal, por ejemplo, da buenos resultados.
El bicarbonato sódico puede emplearse para limpiar baños, baldosas, suelos, fregadero, hornos, alfombras, ropa,... Tiene, por otro lado, extraordinarias cualidades desodorizantes.
El bórax puede ser utilizado para las más diversas cosas en la limpieza del hogar. Incluso puede competir con la lejía y limpiadores en polvo en cuanto a eficacia en diversos usos. Es un buen desinfectante, limpiador, quitamanchas,... en diversos hospitales norteamericanos ha sido usado con excelentes resultados.
En obras divulgativas como "Anti-tóxico. Vive una vida más sana" (Espasa 2010) pueden encontrarse las más diversas formas de empleo de estos productos y otros.
Cosas que van desde usar vinagre en agua (solo o con un poco de jabón natural) para suelos y azulejos, o el vinagre , la sal y el agua, o el bicarbonato el bórax o el limón, como limpiadores generales, o el vinagre en agua ( o limón, agua y almidón de maiz) como limpia cristales, hasta el zumo de limón con vinagre y aceite de oliva como abrillantador de muebles ( y para encerar la cera natural de abeja con aceite de oliva) , pasando por el aceite y el vinagre para suelos de madera, o el bicarbonato, la sal y el agua caliente para desatascar cañerías, entre otras muchas posibilidades.
Limpiainodoros, anti-mohos, desinfectantes perfumados, limpialfombras,... pueden hacerse usando cosas como las descritas y, según los casos, añadiendo otras como aceites esenciales de eucalipto, tomillo, geranio, enebro,... o incluso la leche, que sirve para quitar manchas de tinta de los tejidos.
Aunque hoy en día se haya implantado la inercia de usar productos de la limpieza industriales, lo cierto es que, como vemos, hay otras opciones. Desde estas últimas que hemos comentado hasta el empleo de productos de la limpieza realmente más ecológicos cuyo uso, lamentablemente, aún no se ha popularizado lo suficiente.
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